Violencia intrafamiliar


El abuso


Abusar es hacer uso indebido o excesivo de algo o de alguien. Existen formas de abuso psicológico, físico y sexual ejercidos desde una posición de poder. (Psi. Juan Alfredo Robles Chang).
Existen muchas formas de abuso, y sus consecuencias son tantas que parecen volverse impredecibles, pero todas tiene algo en común, tardan mucho en sanar. La posición de jefe de familia que se le da al hombre dentro de la familia, sumada al casi indestructible machismo sudamericano, hace que los demás miembros de la familia, mujeres e hijos, sean las víctimas más frecuentes de la violencia intrafamiliar. Esta como ya mencione puede presentarse de diferentes formas, entre ellas el abuso sexual a niños y esposas, maltrato físico y psicológico, lo cual solo produce cambios negativos en cada miembro de la familia.
Sin embargo, y aunque en menor nivel, los hombres o jefes de familia, también pueden ser víctimas de abuso o maltrato dentro del hogar


El abuso sexual en niños

El tema hiere y conmueve. También las estadísticas internacionales, que estiman que uno de cada seis chicos es víctima del abuso sexual. En 90% de los casos, los abusadores son personas del círculo más cercano al niño, aquellas de quienes el chico espera protección.

Mediante estrategias seductoras, chantajes que incluyen regalos y promesas, o sencillamente con violencia física o síquica, el menor es utilizado como objeto sexual. El abusador arranca al niño de la infancia y lo instala en una práctica sexual perversa que le deja marcas indelebles, aunque éstas no se detecten en el control médico al que es sometido para verificar hechos que muy pocas veces denuncia con palabras.

Porque está amenazado, porque le piden mantener los hechos como un secreto compartido para preservar la integridad familiar o para obtener a cambio algo deseado, o sencillamente porque no tiene parámetros para calificar lo sucedido. Como lo muestran casos recientes, se trata de un fenómeno democrático que atraviesa con similar intensidad dramática clases sociales y culturas.

"La gente prefiere pensar que es el hombre de la bolsa, el portero o el vecino, pero en 90% de los casos son familiares o allegados", dice la siquiatra infanto juvenil Virginia Berlinerblau. Y describe un fenómeno que exhuma un lado oscuro de algunas familias, que prefieren esconder bajo la alfombra.


EL UNIVERSAL
DOMINGO 30 DE NOVIEMBRE DE 2008


Señales en los niños víctimas de abuso sexual

-El niño puede tornarse retraído y silencioso, incluso puede caer en el mutismo (no hablar), pero también su comportamiento puede volverse agresivo en exceso.
-El rendimiento académico puede bajar notablemente.
-También puede presentar alucinaciones visuales, táctiles o sensoriales en general.
-El niño puede caer en un estado de depresión permanente.
-Como defensa el pequeño puede ponerse mucha ropa, como una manera de dificultar el abuso.
-El infante puede dejar de controlar sus esfínteres.
-Renuencia a acostarse y sueños alterados o con pesadillas. Es probable que el niño no quiera dormir ni estar solo.
-Una capacidad escasa para relacionarse con otros niños.
-Se niega a visitar la casa de algún familiar o amigo, así como ciertos viajes familiares o reuniones.
-Su comportamiento y comentarios pueden ser los de un adulto y hacer referencias sexuales.
-Hablan de suicidarse por motivos aparentemente simples, como malas calificaciones o problemas con sus compañeros, pero en realidad el motivo escondido es el abuso

El abuso sexual puede causar baja autoestima, inseguridad y depresión, también sentimientos de inferioridad, conducta agresiva, problemas de disciplina y comportamiento ilegal. Aunque estas no son todas las consecuencias del abuso sexual, ya que cada persona que ha sido víctima de de este o cualquier tipo de abuso es diferente, podría decirse que estas son las más comunes.
Cabe recalcar que que una de las consecuencias a largo plazo en una víctima de abuso sexual, es la pérdida de la confianza, ya que en la mayoría de los casos, el abusador o abusadora es una persona que se encuentra muy cercano a él o ella. Esto conlleva problemas psicológicos en las personas que han sufrido abuso sexual, como la esquizofrenia, ya que se ha demostrado, según un estudio de Paul Hammersley, de la University of Manchester (Inglaterra) y John Read de la New Zealand Psychological Society (Nueva Zelanda), que dos tercios de los pacientes que sufren esquizofrenia, fueron víctimas de abuso sexual.

A nivel de la imagen de si mismos los niños y jóvenes que han debido adaptarse y aceptar un abuso sostenido en el tiempo experimentan varios efectos importantes para su vida futura. En primer lugar sienten culpa y vergüenza ya que de alguna manera sienten que han provocado el abuso en el adulto y así se lo hacen saber las demás personas. Cuando el abuso no ha implicado violencia y proviene de un padre cariñoso y cercano los sentimientos son más confusos todavía, y causan más conflicto al niño o niña.

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